Desde algo tan pequeño como comprar el café de la mañana hasta comprar una casa, todos los días nos enfrentamos a decisiones financieras. Por lo tanto, es importante aprender a gestionar el dinero desde el principio y a analizar regularmente las finanzas personales.

¿Qué son las finanzas personales?
Las finanzas personales se refieren a la administración de los recursos de la persona o de toda su familia, y toma en cuenta lo que se gana y se gasta de dinero, pero también lo que se debe y las herramientas para mejorar las metas financieras.
Sin una vida financiera saludable puedes tener dificultades para enfrentar tus gatos, pagar tus deudas y ante cualquier imprevisto tu economía se verá afectada. Las finanzas se encuentran entre las principales causas de estrés para los adultos. Es algo con lo que todo el mundo puede sentirse identificado. Así que no se trata solo de cuánto ganas, ahorras o inviertes, sino también de cómo llegas a un estado en el que estás satisfecho con lo que tienes.
No saber administrar el dinero correctamente es una dificultad a la que muchas personas se enfrentan y esto se debe principalmente, a nuestra incapacidad de planear y hacer presupuestos que nos permitan enfrentar los imprevistos y tener libertad financiera.
¿Qué elementos considerar para manejar tus finanzas personales?
Para manejarlas adecuadamente, es importante conocer los ingresos fijos —lo que se recibe de dinero—, los gastos fijos —renta, mercado, servicios públicos—, los activos —el pago de una casa o departamento—, y los pasivos —deudas con un banco o personas—.
Teniendo claros estos elementos, puedes comenzar a aterrizar metas y saber cuánto dinero destinar a cada uno de los objetivos que te plantees.

La clave de unas finanzas personales sanas es hacerse de hábitos, por lo que, si quieres cambiar los resultados, cambia tus hábitos. Revisa estos tips y adecúalos a tus necesidades.
1. Comienza por saber cuáles son tus ingresos y egresos mensuales
De esta forma podrás tener una visión más global, dimensionar tus gastos y así planear, organizar mejor tus finanzas y programar.
2. Lleva un presupuesto
Llevar un registro de tus gastos te hará más ordenado. Además, es la única manera de conocer tus gastos reales y dimensionarlos mensualmente. A lo mejor no te has dado cuenta que gastas demasiado en restaurantes y que, en cambio, no le dedicas lo suficiente a educación.
3. Invierte en ti
Tú eres tu principal activo, haces que las cosas sucedan en tu vida. Necesitas estar bien de salud y también necesitas aprender cosas nuevas, capacitarte constantemente. El dinero dedicado a tu salud y a tu educación no lo veas como un gasto porque en realidad es una inversión.
5. Evita las deudas innecesarias
Tener deudas puede ser una carga para tus finanzas. Prioriza el pago de tus deudas y comienza por aquellas que tengan tasas de interés altas. Esto te ayudará a saber a largo plazo con cuánto dinero realmente cuentas para invertir, proyectar el viaje que tanto sueñas o estudiar la carrera que te abrirá las puertas al mundo profesional.
6. Ahorra
Ahorrar de forma regular también es fundamental para mantener unas finanzas sólidas. Establece un porcentaje de tus ingresos para ahorrar mensualmente, ya sea para un fondo de emergencia, metas a corto plazo o para un plan que cambiará tu vida, como el de matricularte en la universidad.
Técnicas

Una de las técnicas de creación de presupuestos más comunes y eficaces, la cual se utiliza con frecuencia en las finanzas personales, es la regla del 50-30-20.
Hay variaciones a esta regla de porcentaje y puedes cambiarla en función de tus ingresos o preferencias. Por ejemplo, podrías ahorrar menos si no ganas lo suficiente para ahorrar el 20 %. O aumentar el ahorro al 30, 40 o incluso al 50 % si tus ingresos te lo permiten.
La conclusión es que una sola técnica presupuestaria no funciona para todo el mundo y es necesario disponer de un plan sólido, no solo para alcanzar los objetivos financieros, sino también para reducir el estrés financiero.

