Un 7 de noviembre, pero de 2003, el Carnaval de Barranquilla recibió el reconocimiento de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco.
Apenas empezaba la mañana del 7 de noviembre de 2003 cuando, por parte del diario local ‘El Heraldo’, los barranquilleros recibieron una noticia que estaba a punto de engrandecer su tesoro cultural. Un hermoso titular iluminó el amanecer de aquel inolvidable viernes , en el se leía: ‘Carnaval de Barranquilla, Patrimonio de la humanidad’.
Las buenas nuevas llegaron desde bien temprano, eran apenas las 2 de la mañana cuando sonó el teléfono de Katya González Ripoll, reina del Carnaval en el año 1976 y quien, para ese entonces, se desempeñaba como directora de Patrimonio Nacional y viceministra de Cultura.
Katya fue la primera persona en escuchar por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) que el Carnaval de Barranquilla había sido declarado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, quien más tarde mencionaría que el lograr tan importante declaratoria había sido “todo un camello”.
Y es que si, tal como mencionó Katya, lograr ese importante reconocimiento no fue tarea fácil, pero para poder conocer el camino que se tuvo que recorrer para que hoy nuestra fiesta complete 20 años en el foco mundial de la cultura tenemos que conocer los antecedentes de tan importante acontecimiento.
Antecedentes de la declaración
En la década de los 70’s, Barranquilla atravesó una profunda crisis institucional y política que arrasó con todo a su paso, y el carnaval no fue la excepción. Aspectos como su organización, regulación y manejo se vieron nublados por esta situación llamando así la atención de la Cámara de Comercio de Barranquilla.
Son de Palenque en el Carnaval de Barranquilla, año 1977.
Preocupados por la situación de la ciudad, al inicio de los 80’s, esta entidad hizo converger a los sectores empresariales, sociales y culturales para proponer soluciones a una problemática que se salía cada vez más de las manos y así surgieron los llamados “Foros del Carnaval”.
En 1983, la Cámara de Comercio y la Universidad del Atlántico realizaron el primer foro, este tuvo como foco de atención los aspectos históricos y culturales de la fiesta y estableció las bases para los futuros diálogos enriquecedores que estaban por venir sobre esta celebración.
Fue así como para el año 1987, la Cámara de Comercio, la Asociación de Comunicadores del Atlántico y el Colegio Nacional de Periodistas celebraron el segundo foro que esta vez se centró en discutir aspectos prácticos organizativos y financieros. Fue durante este evento que nació la propuesta de reemplazar a la Corporación Autónoma del Carnaval de Barranquilla por una sociedad de economía mixta, que más tarde adoptaría el nombre de Carnaval de Barranquilla S.A.
En los años siguientes, distintas instituciones educativas, sociales y culturales tomaron el liderazgo y se dedicaron a organizar eventos similares, siendo la Caja de Compensación Comfamiliar Atlántico la encargada de, en el año 1996, celebrar el primer ciclo de conferencias ‘El Carnaval de Barranquilla’, abriendo la puerta a la realización de más eventos similares en los que se gestaron importantes aportes como la creación de la Cartilla del carnaval de Barranquilla: para grupos y disfraces.
Para el año 1999 la Universidad del Atlántico, en conjunto con el Centro Cultural Comfamiliar Atlántico y la Corporación Cultural Barranquilla, realizó el foro ‘El carnaval de Barranquilla hacia el siglo XXI’. Todas estas Iniciativas fueron incrementando el conocimiento y valoración que nos llevaría a obtener el reconocimiento nacional, y más adelante, el internacional.
Primer logro: Patrimonio Cultural Nacional
Aprovechando la presencia de algunos barranquilleros en el Congreso y la Presidencia de la República, en el año 2000 se redactó un proyecto de ley para que el Estado declarara a la fiesta barranquillera Patrimonio Cultural Nacional. Por su parte, en este mismo año, la Fundación Carnaval de Barranquilla organizó el ‘Primer encuentro internacional de carnavales’, un importante evento que contó con la participación de especialistas y representantes de varios países de América y Europa.
La ley fue aprobada en el Congreso de la República y sancionada por el presidente Andrés Pastrana Arango en el 2001, declarando el Carnaval de Barranquilla Patrimonio Cultural de la Nación, junto con el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto, pero aún faltaba pisar un escalafón de talla mundial.
Carnaval de Barranquilla, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad
Además de los innumerables esfuerzos realizados por los distintos sectores empresariales de la ciudad con el fin de salvaguardar la tradición, a este largo proceso se sumó un completo trabajo de investigación a cargo de un selecto grupo de conocedores de esta fiesta, quienes, bajo la dirección de la periodista Lola Salcedo Castañeda, desentrañaron el tejido cultural y antropológico que le daba vida a esta celebración.
Y así, tras 12 meses intensos de dedicación, el equipo logró consolidar un detallado documento de 146 páginas. Este documento fue presentado formalmente como la candidatura del Carnaval de Barranquilla ante la UNESCO, posicionando a La Arenosa en el escenario internacional y marcando un hito trascendental en el reconocimiento y aprecio hacia la riqueza cultural que emana de esta celebración.
Presentación de las danzas tradicionales del Carnaval en la Convención de París, año 2002.
En el largo camino que se tuvo que recorrer para conseguir la tan anhelada proclamación, la exviceministra González contó en una entrevista para El Heraldo que, 3 meses antes de la Convención que se realizó en Francia, aprovecharon un encuentro que tuvo el Comité de Patrimonio Mundial Intangible de la Unesco en Cartagena para, de manera inesperada, tomarse La Heroica con un improvisado desfile de cuatro cuadras en el que 12 danzas insignias exhibieron lo que significa la máxima fiesta folclórica del Caribe colombiano y del país entero.
“Irrumpimos en el foro y fue una locura colectiva. Es día, para mí, se concretó la postulación de Colombia. Todo el mundo pudo sentir y vivir lo que era el Carnaval de Barranquilla con nuestras danzas ancestrales y la gente quedó marcada con lo que era nuestra fiesta”
El documento final de tan completa investigación fue finalmente presentado en París a mediados de 2002, y para el 7 de noviembre de 2003, Colombia logra la declaratoria del Carnaval de Barranquilla como Patrimonio Oral e Inmaterial a nivel mundial.
Preservemos nuestra herencia cultural
El Carnaval de Barranquilla es Patrimonio de la Humanidad porque reúne expresiones emblemáticas de la memoria e identidad del pueblo barranquillero y del Caribe colombiano.
Su grandeza se encuentra en la mezcla de culturas que moldean nuestra nación, en su capacidad para unir a la sociedad más allá de las diferencias, y en su llamado que resuena en el corazón de la gente, convirtiendo la diversidad en motivo de celebración. Es por esto que, preservarlo es un desafío que debemos asumir todos.