• enero 04 2024

Burnout, cuando el agotamiento te incendia por dentro

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Diana Barrios

Más que estrés laboral, es un trastorno que devora lentamente tu bienestar.

hombre estresado

En la sociedad moderna, donde la vida laboral suele ser agitada y las demandas profesionales muy abrumadoras, el síndrome del Burnout emerge como una epidemia silenciosa que ya afecta a miles de personas alrededor del mundo. Este trastorno relacionado con el trabajo no solo afecta la salud y el bienestar de los empleados, sino que también puede tener un impacto significativo en la productividad de las empresas. 

¿Qué es el Síndrome del Burnout?

También conocido como el “síndrome del trabajador quemado”, es un padecimiento que se caracteriza por una sensación de agotamiento físico y emocional. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es el “resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado con éxito”, por lo cual, en enero de 2022, este organismo lo ingresó oficialmente a su Clasificación Internacional de Enfermedades, en donde la afección pasó de ser descrita como un padecimiento laboral.

¿Cómo identificarlo?

El Burnout puede manifestarse de manera engañosa, y a menudo se pasa por alto hasta que sus efectos se vuelven devastadores. Para la Organización Mundial de la Salud, existen tres signos principales:

En cuanto a los síntomas físicos, las personas afectadas por este trastorno a menudo suelen experimentar una presión constante en la cabeza, somnolencia extrema, insomnio, dificultad para concentrarse, mareos, visión borrosa, cambios en la voz, taquicardia, dificultad para respirar, temblores, sudoración, episodios de desmayo, sensaciones de hormigueo en el cuerpo y fluctuaciones entre sentir frío y calor. 

Principales causas

Dado que el síndrome de Burnout se clasifica como una enfermedad laboral, sus causas se encuentran inherentemente vinculadas al ámbito laboral. Sin embargo, no existe una única causa que explique el desarrollo de esta afección. Según Fabiano de Abreu Rodrigues, psiquiatra experto en psicología y neurociencias, y miembro de la Sociedad Brasileña de Neurociencias, el síndrome es común en las personas que suelen fijarse metas inalcanzables en su vida diaria, pues cuando una persona dedica largas jornadas a cumplir tareas y, al final del día, no logra alcanzar sus objetivos, es probable que experimente sentimientos de frustración, estrés y pérdida de motivación que conllevan a una fatiga crónica.

Otro factor que contribuye al agotamiento laboral, según lo señalado por Rodrigues, es la tendencia a “anularnos” a nosotros mismos. Con frecuencia, para lidiar con las demandas del trabajo, las personas se distancian de sus seres queridos y amigos, pues pierden la capacidad de desconectarse de sus responsabilidades y metas. Esto, a su vez, conduce a una acumulación constante de estrés que no encuentra un alivio adecuado.

¿Existe un tratamiento?

Afortunadamente, el Burnout no es una sentencia permanente, y aunque el tratamiento puede ser diferente en cada persona, para superarlo, los afectados por este trastorno deberán realizar cambios importantes en el estilo de vida, centrarse en el autocuidado, descansar, y sobre todo, encontrar un balance entre la vida y el trabajo. 

El tratamiento psicológico para esta afectación suele centrarse en los siguientes aspectos: 

reflejo en espejo
mujer meditando
tablero con ideas
mujer sonriente
mujer ejercitandose

El síndrome de Burnout se distingue por su naturaleza progresiva, ya que tiende a intensificarse con el tiempo si no se adoptan medidas preventivas. Por lo tanto, es esencial enfocarse en la prevención, y esta responsabilidad recae principalmente en las empresas. Las organizaciones deben tomar la iniciativa de evaluar las circunstancias laborales que contribuyen al estrés y la ansiedad de los empleados, y luego implementar las decisiones y medidas apropiadas para reducir estos factores.

Por otro lado, también es importante que los trabajadores modifiquen las expectativas que tienen en el trabajo, y esto no se refiere a que deban renunciar a sus aspiraciones, sino a establecer un punto intermedio que se ajuste más a la realidad y ver la situación como una oportunidad para aprender y crecer en otros ámbitos diferentes a los propuestos inicialmente.